6 Pero cuando ocurrió esto, yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, había ido adonde el rey estaba; pero al cabo de algunos días pedí permiso al rey
7 para volver a Jerusalén; y entonces supe del mal que había hecho Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para él una habitación en los atrios de la casa de Dios.
8 Esto me dolió mucho, y arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la habitación.
9 Luego mandé que limpiaran las habitaciones e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso.
10 Encontré asimismo que las porciones para los levitas no les habían sido dadas, y que los levitas y cantores que hacían el servicio habían huido cada uno a su heredad.
11 Entonces reprendí a los oficiales diciéndoles: «¿Por qué está la casa de Dios abandonada?» Después los reuní y los puse en sus puestos.
12 Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los almacenes.