24 entonces la congregación juzgará entre el que causó la muerte y el vengador de la sangre conforme a estas leyes,
25 y la congregación librará al homicida de manos del vengador de la sangre. La congregación lo hará volver a la ciudad de refugio en la que se había refugiado, y allí se quedará hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.
26 »Pero si el homicida sale fuera de los límites de la ciudad de refugio en la que se asiló,
27 y el vengador de la sangre lo encuentra fuera del límite de la ciudad de su refugio, y el vengador de la sangre mata al homicida, no se le culpará por ello,
28 pues en su ciudad de refugio debería aquél habitar hasta la muerte del sumo sacerdote. Después que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.
29 »Estas cosas serán una norma de derecho para vosotros y vuestros descendientes en todos los lugares donde habitéis.
30 »Cualquiera que dé muerte a alguien, según la declaración de los testigos morirá el homicida; pero un solo testigo no bastará para condenar a una persona a muerte.