29 ¿Para quién serán los ayes? ¿Para quiénel dolor? ¿Para quién las rencillas?¿Para quién las quejas?¿Para quién las heridas sin razón?¿Para quién los ojos enrojecidos?
30 Para los que no dejan el vino,para los que van probando mixturas.
31 ¡No mires el vino cuando rojea,cuando resplandece su color en la copa!Se entra suavemente,
32 pero al fin muerde como una serpiente,causa dolor como un áspid.
33 Tus ojos verán cosas extrañasy tu corazón dirá cosas perversas.
34 Será como si yacieras en medio del maro como si yacierasen la punta de un mástil.
35 Y dirás: «Me hirieron, mas no me dolió;me azotaron, pero no lo sentí;cuando despierte,volveré en busca de más.»