4 »No seáis como vuestros padres, a quienes los primeros profetas clamaron diciendo: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras”; pero ellos no atendieron ni me escucharon, dice Jehová.
5 »Vuestros padres, ¿dónde están?;y los profetas, ¿acaso han de vivirpara siempre?
6 En cambio, mis palabrasy mis ordenanzas,que yo mandé a mis siervos los profetas,¿no alcanzaron a vuestros padres?»Por eso ellos se volvieron y dijeron: “Como Jehová de los ejércitos había decidido tratarnos, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así nos ha tratado.”»
7 A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de Darío, llegó esta palabra de Jehová al profeta Zacarías hijo de Berequías hijo de Iddo:
8 Tuve una visión durante la noche: Vi a un hombre que cabalgaba sobre un caballo alazán y estaba entre los mirtos que había en la hondonada, y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.
9 Entonces pregunté:—¿Quiénes son estos, señor mío?Y el ángel que hablaba conmigo me respondió:—Yo te enseñaré quiénes son estos.
10 Y el hombre que estaba entre los mirtos dijo:—Éstos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra.