6 También condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente.
7 Pero libró al justo Lot, abrumado por la conducta pervertida de los malvados,
8 (pues este justo, que habitaba entre ellos, afligía cada día su alma justa viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos).
9 El Señor sabe librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
10 y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en placeres e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y obstinados, no temen decir mal de los poderes superiores,
11 mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en poder, no pronuncian juicio de maldición contra ellos delante del Señor.
12 Esos hombres, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,