14 y no me despreciasteis ni rechazasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo. Al contrario, me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
15 ¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubierais podido, os habríais sacado vuestros propios ojos para dármelos.
16 ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo por deciros la verdad?
17 Se interesan por vosotros, pero no para vuestro bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros os intereséis por ellos.
18 Bueno es mostrar interés por lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros.
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
20 quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros.