1 La Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.
3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados,
4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice:«Sacrificio y ofrenda no quisiste,mas me diste un cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecadono te agradaron.
7 Entonces dije: “He aquí, vengo, Dios,para hacer tu voluntad,como en el rollo del libroestá escrito de mí.”»