1 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.
2 Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,
3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
5 Dios no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando.
6 Al contrario, alguien testificó en cierto lugar, diciendo:«¿Qué es el hombrepara que te acuerdes de él,el ser humano para que lo visites?