14 Entonces Pedro dijo:—Señor, no; porque ninguna cosa común o impura he comido jamás.
15 Volvió la voz a él la segunda vez:—Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.
16 Esto ocurrió tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.
17 Mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, habiendo preguntado por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
18 Llamaron y preguntaron si allí se hospedaba un tal Simón que tenía por sobrenombre Pedro.
19 Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: «Tres hombres te buscan.
20 Levántate, pues, desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado».