16 A estos respondí que no es costumbre de los romanos entregar a alguien a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores y pueda defenderse de la acusación.
17 Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre.
18 Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba,
19 sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión y de un cierto Jesús, ya muerto, que Pablo afirma que está vivo.
20 Yo, dudando en cuestión semejante, le pregunté si quería ir a Jerusalén y allá ser juzgado de estas cosas.
21 Pero como Pablo apeló para que se le reservara para el conocimiento de Augusto, mandé que lo custodiaran hasta que lo enviara yo a César.
22 Entonces Agripa dijo a Festo:—Yo también quisiera oír a ese hombre.Y él le dijo:—Mañana lo oirás.