11 Pero el centurión daba más crédito al dueño y al capitán de la nave que a lo que Pablo decía.
12 Y como el puerto era incómodo para invernar, la mayoría acordó zarpar de allí e intentar llegar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí.
13 Y como comenzó a soplar una brisa del sur, les pareció que podían continuar el viaje. Entonces levaron anclas y fueron costeando Creta.
14 Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón.
15 La nave era arrastrada, y al no poder poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar.
16 Después de pasar a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife.
17 Una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para asegurar las amarras de la nave; y por temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva.