13 Entonces, ¿lo que es bueno vino a ser muerte para mí? ¡De ninguna manera! Más bien, el pecado, para mostrarse como pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que el pecado, por medio del mandamiento, llegara a ser extremadamente pecaminoso.
14 Sabemos que la Ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido al pecado.
15 Lo que hago, no lo entiendo, pues no hago lo que quiero, sino lo que detesto, eso hago.
16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la Ley es buena.
17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que está en mí.
18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no habita el bien, porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19 No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.