24 Lo rodearon los judíos y le dijeron:—¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
25 Jesús les respondió:—Os lo he dicho, y no creéis. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27 Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen;
28 yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29 Mi Padre, que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
30 El Padre y yo uno somos.