5 Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
6 Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir.
7 Volvió, pues, Jesús a decirles:—De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores, pero no los oyeron las ovejas.
9 Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos.
10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 »Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.