37 Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él,
38 para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo:«Señor, ¿quién ha creídoa nuestro anuncio?¿Y a quién se ha reveladoel brazo del Señor?»
39 Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:
40 «Cegó los ojos de ellosy endureció su corazón,para que no vean con los ojos,ni entiendan con el corazón,ni se conviertan, y yo los sane.»
41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
42 A pesar de eso, muchos, incluso de los gobernantes, creyeron en él, pero no lo confesaban por temor a los fariseos, para no ser expulsados de la sinagoga,
43 porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.