28 Dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
29 »Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas.
30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y todas las tribus de la tierra harán lamentación cuando vean al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Enviará sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
32 »De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
34 De cierto os digo que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.