11 Mientras ellas iban, unos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
12 Estos se reunieron con los ancianos y, después de ponerse de acuerdo, dieron mucho dinero a los soldados,
13 diciéndoles: «Decid vosotros: “Sus discípulos llegaron de noche y lo hurtaron mientras nosotros estábamos dormidos.”
14 Y si esto lo oye el gobernador, nosotros lo persuadiremos y os pondremos a salvo.»
15 Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.
16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
17 Cuando lo vieron, lo adoraron, aunque algunos dudaban.