6 diciendo:—Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
7 Jesús le dijo:—Yo iré y lo sanaré.
8 Respondió el centurión y dijo:—Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará,
9 pues también yo soy hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a éste: “Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace.
10 Al oírlo Jesús, se maravilló y dijo a los que lo seguían:—De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
11 Os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
12 pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.