13 Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, no siendo yo como una de tus criadas.
14 Y Booz le dijo á la hora de comer: Allégate aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y sentóse ella junto á los segadores, y él le dió del potaje, y comió hasta que se hartó y le sobró.
15 Levantóse luego para espigar. Y Booz mandó á sus criados, diciendo: Coja también espigas entre las gavillas, y no la avergoncéis;
16 Antes echaréis á sabiendas de los manojos, y la dejaréis que coja, y no la reprendáis.
17 Y espigó en el campo hasta la tarde, y desgranó lo que había cogido, y fué como un epha de cebada.
18 Y tomólo, y vínose á la ciudad; y su suegra vió lo que había cogido. Sacó también luego lo que le había sobrado después de harta, y dióselo.
19 Y díjole su suegra: ¿Dónde has espigado hoy? ¿y dónde has trabajado? bendito sea el que te ha reconocido. Y ella declaró á su suegra lo que le había acontecido con aquél, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.