8 Y él dijo: Esta es la Maldad; y echóla dentro del epha, y echó la masa de plomo en su boca.
9 Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el epha entre la tierra y los cielos.
10 Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el epha?
11 Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Shinar: y será asentado y puesto allá sobre su asiento.