4 Conviéneme obrar las obrar del que me envió, entre tanto que el día dura: la noche viene, cuando nadie puede obrar.
5 Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo.
6 Esto dicho, escupió en tierra, é hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo sobre los ojos del ciego,
7 Y díjole: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa, si lo interpretares, Enviado). Y fué entonces, y lavóse, y volvió viendo.
8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿no es éste el que se sentaba y mendigaba?
9 Unos decían: Este es; y otros: A él se parece. El decía: Yo soy.
10 Y dijéronle: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?