15 Y al ver Saúl que David se comportaba inteligentemente, más temor tenía de él.
16 Todos en Israel y en Judá amaban a David, porque él los dirigía en sus campañas militares.
17 Un día, Saúl llamó a David y le dijo:«Voy a darte por esposa a Merab, mi hija mayor, con la condición de que seas mi hombre fuerte en las batallas del Señor.»Y es que Saúl pensaba: «Si él muere, no seré yo quien lo mate sino los filisteos.»
18 David le respondió:«Pero, ¿quién soy yo? ¿Qué valor tiene mi vida, o la de mi familia en Israel, para que yo sea el yerno de Su Majestad?»
19 Pasó el tiempo, y el día en que Merab, la hija de Saúl, debía ser entregada por esposa a David, resultó que Saúl se la dio a Adriel el mejolatita.
20 Sin embargo, Mical, la otra hija de Saúl, estaba enamorada de David; y cuando Saúl lo supo, eso le pareció bien,
21 pues pensó: «Le voy a dar a Mical, para tenerlo bajo control, y para que los filisteos se ocupen de él.» Entonces llamó otra vez a David, y le dijo:«Esta vez sí serás mi yerno.»