8 Yo soy tu siervo. Y ya que nos hemos jurado amistad sincera delante del Señor, ten misericordia de mí. Si hay en mí alguna maldad, no hace falta que me mate tu padre; mátame tú.»
9 Pero Jonatán le respondió:«Eso jamás te sucederá. Al contrario, si llego a saber que mi padre tiene malas intenciones contra ti, ¿crees que no te lo haré saber?»
10 Entonces David le preguntó:«¿Cómo voy a saber si tu padre te respondió con enojo?»
11 Jonatán le respondió:«Ven, vamos al campo.»Y los dos se fueron al campo.
12 Allí Jonatán le dijo a David:«Pongo por testigo al Señor, Dios de Israel, de que mañana a esta hora, o dentro de tres días, le preguntaré a mi padre si sus intenciones son buenas para contigo. Si no lo son, mandaré a alguien para que te avise.
13 Si acaso mi padre piensa hacerte daño, que el Señor me castigue, y más aún, si no te lo hago saber, para que puedas ponerte a salvo. ¡Que el Señor esté contigo, como estuvo con mi padre!
14 Y si logro sobrevivir, espero que me trates con la misericordia del Señor. Así no moriré.