16 Y un día, Jonatán hijo de Saúl fue a Hores para visitar a David, y lo animó a no perder su confianza en Dios.
17 Le dijo:«No tengas miedo, David, que mi padre no va a encontrarte. Yo estoy seguro de que tú vas a ser rey de Israel, y de que yo seré el segundo en importancia. Eso, hasta Saúl mi padre lo sabe.»
18 Y después de que los dos hicieron un pacto delante del Señor, David se quedó en Hores y Jonatán se regresó a su casa.
19 Pero los habitantes de Zif fueron a Gabaa para decirle a Saúl:«David está escondido en nuestras tierras, en las peñas de Horeb, y más exactamente en la colina de Jaquilá, al sur del desierto.
20 Si Su Majestad se da prisa, nosotros lo pondremos en sus manos, para que Su Majestad cumpla con él sus propósitos.»
21 Y Saúl les dijo:«¡Que el Señor los bendiga por haberse compadecido de mí!
22 Pueden irse, pero averigüen dónde está su escondite, y si alguien lo ha visto por allí, porque me han dicho que él es muy astuto.