5 Pero cuando Saúl vio el campamento de los filisteos, tuvo mucho miedo y se descorazonó por completo.
6 Por eso fue y consultó al Señor, pero el Señor no le respondió ni por medio de sueños ni por el Urim, ni por medio de ningún profeta.
7 Saúl llamó entonces a sus sirvientes, y les dijo:«Busquen a una mujer que sepa invocar a los muertos, para que me diga lo que necesito saber.»Y ellos le dijeron:«En Endor hay una mujer que tiene espíritu de adivinación.»
8 Saúl se disfrazó entonces poniéndose otras ropas, y durante la noche se fue con dos de sus hombres a buscar a la mujer. Cuando la vio, le dijo:«Te ruego que me adivines el futuro, y que hagas venir a quien yo te diga.»
9 Pero la adivina le dijo:«Tú bien sabes que Saúl ha expulsado del país a los que invocan a los espíritus y a los adivinos. ¿Por qué me tiendes esta trampa? ¿Quieres que me maten?»
10 Saúl le dijo:«Te juro por el Señor que no te pasará nada malo si me ayudas.»
11 La mujer le preguntó:«¿A quién quieres que invoque?»Y Saúl le dijo:«Haz que venga Samuel.»