14 pues habíamos hecho una incursión al Néguev de los cretenses y de Judá, y también al Néguev de Caleb, y luego le prendimos fuego a Siclag.»
15 Y David le preguntó:«¿Me puedes llevar hasta esa tropa?»Y el egipcio dijo:«Lo haré, si me juras que no me matarás ni me entregarás a mi amo. Sólo así te llevaré hasta esa gente.»
16 Y como David se lo juró, el egipcio lo llevó adonde estaban ellos. Cuando llegaron, David vio a la tropa esparcida y en completo desorden. Estaban comiendo y bebiendo, y haciendo una gran fiesta con todo el botín que habían tomado de los filisteos y de la tierra de Judá.
17 David, aprovechando su descuido, los hirió de muerte durante todo ese día y hasta la tarde del día siguiente, sin dejar con vida más que a cuatrocientos jóvenes que huyeron montados en sus camellos.
18 Después de que David recuperó todo lo que los amalecitas habían robado, liberó también a sus dos mujeres.
19 David recuperó todo, sin que le faltara absolutamente nada, por pequeña que fuera, y devolvió los hijos y las hijas a sus padres.
20 También se apoderó de las ovejas y del ganado mayor, y como lo iba arriando, todos decían que era el botín de David.