6 El poder del Señor se dejó sentir sobre los habitantes de Asdod y sobre todo su territorio, pues los castigó con terribles tumores.
7 Al darse cuenta de esto, los habitantes de Asdod dijeron: «El arca del Dios de Israel no debe quedarse entre nosotros, porque ha hecho sentir su poder contra nuestro pueblo y contra Dagón, nuestro dios.»
8 Entonces convocaron a los jefes de los filisteos, y les preguntaron:«¿Qué debemos hacer con el arca del Dios de Israel?»Y los jefes respondieron:«Llévenla hasta Gat.»Y los filisteos se llevaron el arca del Señor hasta allá.
9 Pero después de habérsela llevado, el poder del Señor se dejó sentir contra los habitantes de la ciudad pues les quebrantó su ánimo, y todos, desde el más chico hasta el más grande, estaban afligidos porque se llenaron de tumores.
10 Por eso enviaron el arca de Dios a Ecrón. Pero cuando el arca llegó allá, los ecronitas se espantaron y dijeron:«Nos han enviado el arca del Dios de Israel para matarnos a todos nosotros y a nuestro pueblo.»
11 Entonces convocaron a los jefes de los filisteos para decirles:«Devuelvan el arca del Dios de Israel al lugar que le corresponde, para que no nos mate a todos.»Y es que toda la ciudad vivía con el temor a la muerte, pues el poder de Dios había aumentado contra ellos,
12 y los que no morían se llenaban de tumores, y sus gritos llegaban hasta el cielo.