5 y nombraba jueces por todas partes y por todas las ciudades fortificadas de Judá.
6 A los jueces les decía:«Tengan cuidado con lo que hacen, pues no imparten justicia de parte de ningún hombre, sino de parte del Señor. Si sus sentencias son justas, él estará con ustedes.
7 Así que tengan cuidado con lo que hacen, y que el temor del Señor sea con ustedes. Con el Señor, nuestro Dios, no hay injusticia, ni acepción de personas, ni hay lugar para el soborno.»
8 Además, Josafat nombró en Jerusalén a algunos de los levitas y sacerdotes, y de los padres de familias de Israel, para que impartieran justicia y legislaran los casos en nombre del Señor. Éstos vivían en Jerusalén.
9 Josafat les dio esta orden:«Ustedes deberán proceder con temor del Señor, y con verdad, y con integridad de corazón.
10 En cualquier caso que les presenten sus hermanos que habitan en las ciudades, por ejemplo, en casos de un asesinato, o en cuestiones de la ley y sus preceptos, estatutos y decretos, ustedes deberán amonestarlos para que no pequen contra el Señor. Así no vendrá sobre ustedes y sobre sus hermanos la ira del Señor. Si lo hacen así, no pecarán.
11 Aquí están el sacerdote Amarías, para guiarlos en todo lo relacionado con el Señor, y Zebadías hijo de Ismael, jefe del reino de Judá, para guiarlos en todo lo relacionado con el reino. Cuentan además con la ayuda de los levitas. Así que mucho ánimo y a trabajar, que el Señor está con quien hace lo bueno.»