17 Han reunido el dinero que se hallaba en el templo del Señor, y lo han entregado a los encargados y a los que hacen las obras.
18 Además, el sacerdote Hilcías me ha entregado un libro.»Dicho esto, el escriba Safán leyó el libro al rey, al tiempo que se lo entregaba.
19 Tan pronto como el rey oyó las palabras de la ley, se rasgó las vestiduras
20 y dio las siguientes órdenes a Hilcías, a Ajicán hijo de Safán, a Abdón hijo de Micaía, al escriba Safán, y a su siervo Asaías:
21 «En cuanto a las palabras del libro que se ha hallado, vayan y consulten al Señor por mí y por el remanente de Israel y de Judá. Ciertamente, grande es la ira del Señor que ha caído sobre nosotros, pues nuestros padres no obedecieron la palabra del Señor, ni actuaron conforme a todo lo que está escrito en él.»
22 Entonces Hilcías y la gente del rey fueron a ver a la profetisa Julda, que vivía en el segundo barrio de Jerusalén. Julda era la esposa de Salún hijo de Ticva, hijo de Jarjás, el encargado de las vestiduras. En cuanto le repitieron las palabras antes dichas,
23 ella respondió:«El Señor y Dios de Israel ha dicho así: “Díganle a quien los ha enviado a mí, que yo, el Señor,