4 El joven profeta se fue entonces a Ramot de Galaad.
5 Al llegar, encontró reunidos a los principales jefes del ejército, así que dijo:«Mi comandante, tengo un mensaje para usted.»Y Jehú dijo:«¿Para cuál de todos nosotros?»Y el profeta dijo:«Precisamente para usted, mi comandante.»
6 Jehú se levantó y entró en casa; entonces el profeta derramó el aceite sobre su cabeza y le dijo:«Así ha dicho el Señor, Dios de Israel: “Yo, el Señor, te he ungido para que reines sobre Israel, mi pueblo.
7 Vas a acabar con la dinastía de tu señor Ajab, para que yo vengue la sangre de todos mis siervos, incluidos los profetas, que Jezabel ha asesinado.
8 Toda la dinastía de Ajab será destruida. Acabaré en Israel con todos los varones de Ajab, lo mismo esclavos que libres.
9 Haré con la dinastía de Ajab lo mismo que hice con la dinastía de Jeroboán hijo de Nabat y con la dinastía de Basá hijo de Ajías.
10 A Jezabel se la comerán los perros en el campo de Jezrel, y no habrá nadie que la sepulte.”»Dicho esto, el profeta abrió la puerta y salió huyendo.