34 Pero si regresas a la ciudad y te pones a las órdenes de Absalón, y le aseguras que lo servirás con el mismo fervor que me has servido a mí, entonces podrás anular los consejos de Ajitofel.
35 Recuerda que allá están los sacerdotes Sadoc y Abiatar; a ellos les puedes decir todo lo que oigas en la casa del rey.
36 Con ellos también están Ajimaz, el hijo de Sadoc, y Jonatán, el hijo de Abiatar; con ellos puedes mandar a decirme todo lo que llegue a tus oídos.»
37 Así fue como Jusay, que era amigo de David, se fue a la ciudad, cuando Absalón entró en Jerusalén.