14 Finalmente, el rey y sus seguidores llegaron a cierto lugar, y como estaban fatigados descansaron allí.
15 Ese día Absalón y todos sus hombres entraron a Jerusalén, y con ellos entró Ajitofel.
16 Y cuando Jusay el arquita, que era amigo de David, vio a Absalón, fue a su encuentro y lo saludó gritando: «¡Viva el rey, viva el rey!»
17 Cuando Absalón vio quién gritaba, le dijo:«¿Así es como agradeces la amistad de mi padre? ¿Por qué no te fuiste con él?»
18 Y Jusay le respondió:«Yo soy fiel al Señor y a quien él y su pueblo elija. Por eso decidí quedarme contigo.
19 ¿A quién debo servir, si no a ti? ¡Tú eres su hijo, y te serviré como antes serví a tu padre!»
20 Entonces Absalón llamó a Ajitofel y le dijo:«¿Qué me aconsejas que debemos hacer?»