1 Joab se enteró de que el rey lloraba la muerte de Absalón y le guardaba luto,
2 y de que la victoria de ese día se había convertido en día de luto para el pueblo, pues todos sabían que el rey sufría mucho por la muerte de su hijo.
3 También se enteró de que el ejército que regresaba entró en la ciudad en completo silencio y a escondidas, como los que avergonzados huyen de la batalla,
4 mientras el rey se cubría el rostro y clamaba: «¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío!»
5 Entonces Joab se dirigió al palacio, y le dijo al rey:«Hoy has cubierto de vergüenza a todos tus siervos, los cuales han luchado por salvarte la vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la de tus mujeres y concubinas.