6 Entonces David le dijo a Abisay:«Ahora Sebá hijo de Bicri puede resultarnos más perjudicial que Absalón. Es mejor que busques a algunos hombres de mi guardia personal y vayas tras él, no sea que busque refugio en alguna ciudad fortificada y nos cause dificultades.»
7 Entonces los soldados de Joab salieron de Jerusalén en persecución de Sebá hijo de Bicri, acompañados de los cretenses, los peleteos y los mejores soldados del rey.
8 Cuando llegaron cerca de la gran piedra que está en Gabaón, Amasa les salió al encuentro. Joab llevaba puesta su ropa de batalla, con una daga ceñida al cinto, la cual se le cayó al suelo mientras iba a encontrarse con Amasa.
9 Y Joab le preguntó:«¡Hola, hermano mío! ¿Todo está en orden?»Acto seguido, Joab tomó a Amasa por la barba, como para besarlo.
10 Pero Amasa no se dio cuenta de la daga que Joab tenía en la mano, y Joab se la hundió en la quinta costilla, y sus entrañas quedaron regadas por el suelo. La herida fue mortal, y Joab no tuvo que rematarlo.Después de eso, Joab y su hermano Abisay siguieron persiguiendo a Sebá.
11 Uno de los soldados de Joab se puso a su lado y dijo:«Todos los que estén de parte de David y Joab, sigan a Joab.»
12 Mientras tanto, Amasa se revolcaba en su sangre a la mitad del camino, y los que pasaban se detenían para verlo, hasta que un hombre arrastró el cuerpo fuera del camino y lo cubrió con un manto.