1 El Señor estaba de pie, junto al altar. Yo lo vi, y le oí decir:«¡Derriba el capitel! ¡Que se estremezcan los umbrales! ¡Que se hagan pedazos sobre la cabeza de todos! A los que sobrevivan, los mataré a filo de espada. ¡Ninguno de ellos podrá huir ni escapar!
2 Aunque se escondan en el fondo del sepulcro, de allá los sacaré con mi mano. Aunque trepen hasta el cielo, de allí los bajaré.
3 Aunque se escondan en la cumbre del Carmelo, hasta allá iré a buscarlos y a traerlos; aunque traten de esconderse de mi vista, y bajen a lo profundo del mar, hasta allá mandaré a la serpiente para que los muerda.
4 Aunque marchen al cautiverio delante de sus enemigos, hasta allá mandaré la espada para que los mate. Para su mal, y no para su bien, no les voy a quitar la vista de encima.»