8 ¡Ya he pensado trepar a esa palmeray apoderarme de sus dátiles!¡Sean tus pechos cual racimos de uvas,y tu aliento, cual aroma de manzanas!
9 ¡Sea tu paladar como el buen vino,y que fluya, amado mío, por tus labios,y se deslice por tus dientes!
10 Yo soy de mi amado,y él halla en mí su deleite.
11 ¡Ven, amado mío, vayamos al campo!¡Pasemos la noche en alguna aldea!
12 Por la mañana iremos a las viñas;veremos florecer las videsy abrirse sus tiernos retoños.Veremos florecer los granados,¡y allí te entregaré mi amor!
13 Las mandrágoras esparcen ya su aroma,y a nuestras puertas tenemoslas frutas más variadas y deliciosas,frutas frescas y frutas secas,que para ti, mi amor, tengo guardadas.