5 sacarás de la ciudad al hombre o a la mujer que haya cometido esta maldad, y los apedrearás, y así morirán.
6 »Quien sea condenado a muerte sólo podrá morir por el testimonio de dos o de tres testigos. Nadie podrá morir por el testimonio de un solo testigo.
7 Los primeros en levantar la mano contra el condenado a muerte serán los testigos; después de ellos levantará la mano todo el pueblo. Así acabarás con el mal que haya en tu medio.
8 »Cuando en tus ciudades se te presente un caso difícil de juzgar, ya sea entre dos distintas clases de homicidio, o dos distintas clases de derecho legal, o dos distintas clases de heridas, o distintos negocios o litigios, te levantarás e irás al lugar que el Señor tu Dios haya escogido,
9 y recurrirás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días, y los consultarás y ellos te harán saber la justa sentencia.
10 Entonces actuarás según la sentencia que te indiquen los del lugar que el Señor haya escogido, y pondrás cuidado en hacer todo según lo que te manifiesten.
11 Procederás en conformidad con las normas que te hagan saber, y según la sentencia que dicten, sin desviarte ni a diestra ni a siniestra de la sentencia que te hagan saber.