23 »Si alguien encuentra en la ciudad a una muchacha virgen ya comprometida en matrimonio, y se acuesta con ella,
24 llevarán a los dos hasta la entrada de la ciudad, y allí los matarán a pedradas; a la joven, por estar en la ciudad y no haber gritado ni pedido ayuda; y al hombre, por haber humillado a la mujer de su prójimo. Así quitarás el mal de en medio de ti.
25 »Si alguien encuentra en el campo a una joven ya comprometida en matrimonio, y la viola, morirá solamente el hombre por forzarla a acostarse con él.
26 A la joven no le harás nada, pues no ha hecho nada que merezca la muerte. Es el mismo caso de alguien que ataca a su prójimo y le quita la vida,
27 porque él encontró en el campo a la joven comprometida, ella pidió ayuda, y no hubo nadie que la ayudara.
28 »Cuando alguien halle a una doncella aún no comprometida, y la fuerce a acostarse con él, y sean descubiertos,
29 el que forzó a la joven dará al padre de ella cincuenta piezas de plata, y la joven será su mujer. Por haberla humillado, no podrá despedirla mientras él viva.