3 »No entrará jamás en la congregación del Señor ningún amonita ni moabita, ni siquiera hasta la décima generación,
4 porque cuando ustedes salieron de Egipto ellos no salieron al camino para recibirlos a ustedes con pan y agua, y porque contrataron a Balaam hijo de Beor, el de Petor en Mesopotamia, para que los maldijera.
5 Pero el Señor tu Dios no quiso oír a Balaam sino que, por el amor que el Señor tu Dios te tiene, convirtió la maldición contra ti en bendición.
6 Así que nunca jamás procurarás su paz ni su bien.
7 »No aborrezcas a los edomitas, porque son tus hermanos.»No aborrezcas a los egipcios, porque tú fuiste extranjero en su tierra.
8 »La tercera generación de los hijos que ellos tengan podrán entrar en la congregación del Señor.
9 »Cuando salgas a campaña contra tus enemigos, te cuidarás de no incurrir en nada malo.