10 Quien ama el dinero, jamás tiene suficiente. Quien ama las riquezas, nunca recibe bastante. ¡Y también esto es vanidad!
11 Cuando aumentan los bienes, aumentan los comensales. ¿Y qué gana su dueño con esto, aparte de poder contemplar sus bienes?
12 El que trabaja tiene dulces sueños, aun cuando coma mucho o coma poco. En cambio, al rico tanta abundancia le quita el sueño.
13 He visto un mal terrible bajo el sol, y es que las riquezas acumuladas acaban por perjudicar a su dueño,
14 pues las puede perder en un mal negocio, ¡y a los hijos que tuvo no les dejará nada!
15 Al final, se irá tal como vino, es decir, tan desnudo como cuando salió del vientre de su madre, ¡y nada se llevará de todo su trabajo!
16 También esto es un mal terrible, que se vaya tal como vino. ¿De qué le habrá servido trabajar tanto para nada?