16 También esto es un mal terrible, que se vaya tal como vino. ¿De qué le habrá servido trabajar tanto para nada?
17 Para colmo, toda su vida la pasará comiendo a oscuras, y en medio de muchos afanes, dolores y miseria.
18 Pero algo bueno he visto. Y es que no hay nada mejor que comer y beber y gozar, cada día de nuestra vida, del fruto del trabajo con que nos agobiamos bajo el sol. Ésa es la herencia que de Dios hemos recibido.
19 A cada uno de nosotros Dios nos ha dado riquezas y bienes, y también nos ha dado el derecho de consumirlas. Tomar nuestra parte y disfrutar de nuestro trabajo es un don de Dios.
20 Y como Dios nos llena de alegría el corazón, no nos preocupamos mucho por los días de nuestra vida.