10 Y es que Esdras se había entregado de corazón al estudio de la ley del Señor, y a cumplirla y enseñarla a los israelitas, con todas sus normas y ordenanzas.
11 Ésta es la copia de la carta que el rey Artajerjes entregó al sacerdote Esdras, profundo conocedor de los mandamientos y estatutos que el Señor había dado a Israel:
12 «De Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo. Paz.
13 »Por este conducto ordeno que todo israelita, sacerdote o levita, que viva en mi reino y quiera ir contigo a Jerusalén, puede irse.
14 Yo, el rey, y mis siete consejeros, hemos acordado enviarte a Judea y a Jerusalén, en conformidad con la ley de tu Dios, la cual obra en tus manos.
15 Llevarás contigo toda la plata y el oro que mis consejeros y yo voluntariamente ofrecemos al Dios de Israel, cuyo templo está en Jerusalén.
16 Llevarás también toda la plata y el oro que logres recaudar en toda la provincia de Babilonia, lo mismo que las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes para el templo de Dios en Jerusalén.