16 Memucán dijo delante del rey y de los príncipes:«La reina Vasti ha ofendido no solamente al rey Asuero, sino a todos los príncipes y pueblos y provincias del reino.
17 Lo que ha hecho la reina llegará a oídos de todas las mujeres, y ellas van a tener en poca estima a sus maridos, pues dirán: “El rey Asuero ordenó a la reina Vasti que se presentara ante él, y ella no fue.”
18 Y entonces las señoras de Persia y de Media que sepan lo que hizo la reina, lo dirán a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
19 Si al rey le parece bien, que se dicte un decreto real de parte de Su Majestad, y que éste se inscriba en las leyes de Persia y de Media, para que no sea quebrantado. Que Vasti no vuelva a presentarse ante el rey Asuero, y que el rey declare reina a otra que sea mejor que ella.
20 Que el decreto que dicte Su Majestad sea pregonado en todo su reino (aunque es grande), y que todas las mujeres honren a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.»
21 Este consejo de Memucán agradó al rey y a los príncipes, y el rey actuó en consecuencia.
22 Envió cartas a todas las provincias del reino, en la escritura de cada provincia y en el idioma de cada pueblo, en las que se decía que todo hombre debía imponer su autoridad en su casa, y que esto debía publicarse en el idioma del pueblo.