20 Por lo tanto, su Dios y Señor les dice:«Voy a juzgar a las ovejas engordadas y a las ovejas flacas.
21 Ya que ustedes empujaron por el costado y con el hombro a las ovejas más débiles, y además las cornearon hasta dispersarlas y echarlas del rebaño,
22 yo las salvaré; juzgaré entre una y otra oveja, y nunca más mis ovejas serán objeto de rapiña.
23 Voy a ponerlas al cuidado de un pastor que yo mismo les daré. Ese pastor será mi siervo David, y él será quien las apacentará.
24 Yo, el Señor, seré su Dios, y mi siervo David será su príncipe. Yo, el Señor, lo he dicho.
25 »Haré con mis ovejas un pacto de paz, y quitaré de la tierra a las fieras salvajes; así mis ovejas podrán habitar seguras en el desierto y dormir en los bosques.
26 Pondré mi bendición en ellas y en los alrededores de mi colina, y haré que llueva cuando deba llover, y esa lluvia será de bendición.