40 Entonces Jacob apartaba los corderos, y todos los oscuros y listados del hato de Labán los ponía entre su propio rebaño; luego ponía aparte su hato, y no lo juntaba con las ovejas de Labán.
41 Y cada vez que las ovejas más fuertes estaban en celo, Jacob ponía las varas en los abrevaderos, delante de las ovejas, para que concibieran a la vista de las varas;
42 pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía. Así, las más débiles eran para Labán, y las más fuertes para Jacob.
43 Fue así como este varón llegó a ser muy rico, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, además de camellos y asnos.