32 Pero al que encuentres con tus dioses en su poder, no quedará con vida. En presencia de nuestros hermanos, reconoce lo que sea tuyo y esté en mi poder, y llévatelo.»Pero Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
33 Labán entró en la tienda de Jacob, luego en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, y no halló nada; entonces salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.
34 Pero Raquel tomó los ídolos y los puso bajo la albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; así que Labán buscó en toda la tienda, y no los halló.
35 Y ella le dijo a su padre:«No se enoje mi señor. Es que no me puedo levantar delante de ti, porque estoy con la costumbre de las mujeres.»Y Labán buscó los ídolos, pero no los halló.
36 Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán. Le reclamó:«¿En qué te he faltado? ¿Cuál es mi pecado, para que me persigas con tanto ardor?
37 Ya que has rebuscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí, delante de mis hermanos y de los tuyos, ¡y que juzguen entre nosotros!
38 Veinte años han sido los que he estado contigo, y nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras, ni me comí un solo carnero de tus ovejas.