19 ¿No es verdad que la simiente aún está en el granero? ¿No es verdad que todavía no florecen las vides ni las higueras, ni los granados ni los olivos? Pero a partir de este día yo los bendeciré.»
20 El día veinticuatro del mismo mes la palabra del Señor vino a Hageo por segunda vez, y dijo:
21 «Habla con Zorobabel, que es el gobernador de Judá, y dile: “Yo voy a hacer que tiemblen los cielos y la tierra.
22 Voy a trastornar el trono de los reinos y a destruir la fuerza de los reinos de las naciones. Voy a trastornar sus carros de guerra y sus tripulantes, y rodarán por tierra los caballos y sus jinetes, cada uno de ellos a manos de la espada de su compañero.
23 Cuando llegue ese día, yo te tomaré a ti, Zorobabel hijo de Salatiel, y haré de ti mi anillo de sellar, porque tú eres mi siervo: ¡yo te he escogido!”»—Palabra del Señor de los ejércitos.