1 ¡Miren, el Señor deja la tierra desnuda y vacía! ¡Trastorna su faz y esparce a sus habitantes!
2 Lo mismo sucede entre pueblo y sacerdote, entre criado y amo, entre criada y ama, entre comprador y vendedor, entre acreedor y deudor, entre el que presta y el que pide prestado.
3 La tierra ha quedado totalmente vacía y saqueada, porque el Señor ha emitido esta sentencia.
4 La tierra ha quedado destruida. Cayó enferma, y con ella también el mundo. ¡El cielo y la tierra se enfermaron!
5 La tierra quedó contaminada por causa de sus habitantes, pues transgredieron las leyes, falsearon el derecho, y quebrantaron el pacto eterno.
6 Por eso la maldición consume la tierra, y sus habitantes son asolados; por eso han sido consumidos los habitantes de la tierra y son muy pocos los que aún quedan.
7 El vino se ha perdido, pues la vid se marchita; ¡gimen todos los de alegre corazón!