4 La tierra ha quedado destruida. Cayó enferma, y con ella también el mundo. ¡El cielo y la tierra se enfermaron!
5 La tierra quedó contaminada por causa de sus habitantes, pues transgredieron las leyes, falsearon el derecho, y quebrantaron el pacto eterno.
6 Por eso la maldición consume la tierra, y sus habitantes son asolados; por eso han sido consumidos los habitantes de la tierra y son muy pocos los que aún quedan.
7 El vino se ha perdido, pues la vid se marchita; ¡gimen todos los de alegre corazón!
8 Ha cesado la alegría de los panderos y del arpa; se ha acabado el alboroto de los que se divierten.
9 Ya no mezclan el vino con los cantos; la sidra les sabe amarga a quienes la toman.
10 Desolada y vacía está la ciudad; todas las casas se han cerrado, y no entra nadie.