8 Ha cesado la alegría de los panderos y del arpa; se ha acabado el alboroto de los que se divierten.
9 Ya no mezclan el vino con los cantos; la sidra les sabe amarga a quienes la toman.
10 Desolada y vacía está la ciudad; todas las casas se han cerrado, y no entra nadie.
11 Hay clamor en las calles porque falta el vino; se apagó el gozo, desapareció del país la alegría.
12 La ciudad ha quedado en ruinas; la puerta fue derribada.
13 En medio de la tierra y de los pueblos sucederá lo que sucede con los olivos sacudidos y con lo que queda después de la vendimia.
14 Pero habrá quienes alcen la voz y canten con gozo por la grandeza del Señor. Desde el mar darán voces: